QUIERO ser campeón del mundo de trial”, decía Jaime Busto (Bilbao, 04-XII-1997) en la playa de Azkorri en marzo de 2013. Lo decía con aplomo el piloto de Gorliz tras una sesión de entrenamientos, a las puertas de alcanzar su primera temporada como profesional de trial en el conjunto Beta Racing con solo quince primaveras. Una mezcla de ambición y bisoñez. Lo comentaba al pie de su moto cuando la primavera llamaba a la puerta. Un año después, y algún mes más, mientras el verano claudica y septiembre, quisquilloso, debate en un otoño tardío, el gorliztarra dio buena cuenta de sus palabras, de su petición. “Quiero ser campeón del mundo”, confesaba entonces. Y ya lo es. Arnedo fue el último bastión, la última frontera de Busto, donde se proclamó como el mejor en la Copa del Mundo de trial el sábado, en una categoría similar a Moto2 en el Campeonato del Mundo de Velocidad. Cumplió parte de su promesa el gorliztarra, joven, casi imberbe, y con un futuro por delante que se antoja un camino de rosas. Su bagaje en el presente mundial le augura, si todo sigue el camino establecido, al piloto vizcaino un puesto en el Olimpo. Y es que, con su triunfo global se convierte en el más joven en llevarse el cetro de la categoría y el primer vasco en alcanzar el primer puesto del podio de un campeonato de motor de tamaña talla. “Estoy muy contento porque el año ha sido muy bueno. No era fácil volver a competir al máximo nivel tras un año de parón, pero las sensaciones han sido muy buenas y estoy muy satisfecho con todo el trabajo realizado. Ahora toca disfrutar pero la temporada no ha acabado y aún quedan pruebas del campeonato de España, en donde me enfrentaré a gente como Toni Bou -que ganó ayer su octavo campeonato mundial consecutivo de la máxima categoría- o Adam Raga, que serán mis rivales el año que viene cuando dé el salto de categoría”, reveló el gorliztarra al término de las pruebas. De hecho, Busto, aunque se llevó ya matemáticamente el trofeo mundial el sábado en la primera cita del Gran Premio de España en Arnedo, no bajó el pie del acelerador en todo el fin de semana y ayer se hizo con el triunfo en la segunda jornada del campeonato. “Salió más relajado a competir y le fue bien”, confiesa Javier Busto, aita del piloto.

Arribaba el vizcaino al circuito de doce pruebas de Arnedo como primero de la clasificación general del campeonato del mundo y un buen colchón sobre el segundo, el alemán Franz Kadlec. Catorce puntos distanciaban a los dos. Analiza Javier Busto que “no le repercutió a Jaime la presión de salir a ganar el campeonato. Normalmente es un chico que sabe llevar muy bien ese tema. De hecho, le pudo venir hasta mejor”. Así las cosas, durante la primera jornada, el gorliztarra tuvo un rato en el que estuvo tercero, pero la distancia con su perseguidor en la general era suficiente para conseguir la corona y alcanzar el Olimpo con apenas 16 años. “Jaime necesitaba quedar por delante de Kadlec y lo estuvo durante todo el circuito. Además, en caso de perder tenía la oportunidad de la jornada del domingo”, remienda el aita de la perla de Gorliz.

No hizo falta. Remontó Busto y se coronó el sábado. Él quedó primero y el alemán, tercero. Distancia suficiente para que las matemáticas hicieran su trabajo. Campeón con todas las de la ley. Cumplió Jaime su promesa de Azkorri.

Pero no se conforma. Nada más acabar su cita en Arnedo, el piloto de Beta Racing ya estaba viajando a Barcelona para seguir con su progresión. Ahora apunta el vizcaino al campeonato de España de máxima categoría, donde se encontrará un póquer de pilotos legendarios: Bou, Raga, Fajardo y Cabestany. “Conseguir un tercer o cuarto puesto sería un resultado extraordinario”, manifiesta Javier Busto, quien apostilla que “no está tan lejos”.

El protagonista