EL BIZKAINO TXOMIN ARANA PRIMER PILOTO AMATEUR EN EL DAKAR EN LA CATEGORIA DE MOTOS

igandea, 2015.eko urtarrilak 18 -FEDERACIÓN

EL BIZKAINO TXOMIN ARANA PRIMER PILOTO AMATEUR EN EL DAKAR EN LA CATEGORIA DE MOTOS

noticia

DEIA.

 

Piloto del Arma Energy Europa

Txomin Arana:“Ha sido un Dakar perfecto”

Txomin Arana ha finalizo su segundo Dakar y lo ha hecho en una 16ª posición que le ha convertido en una de las sorpresas de la prueba disputada en Suramérica

Bilbao - Txomin Arana encendió el móvil y los mensajes empezaron a llegar de forma masiva. Su buena participación ha hecho que los elogios no paren de llegar, el de Ereño lo ha bordado y ahora llega la celebración.

Segundo Dakar terminado y entre los veinte mejores. ¿Cómo se encuentra?

-Muy bien, ya hemos acabado y enseguida iremos de vuelta a casa. La verdad es que estoy cansado, pero también muy contento por haber terminado la carrera. Al final, hemos sufrido mucho durante todos los días y llegar aquí es la recompensa a todo eso.

¿Qué sintió al cruzar la linea de meta en Baradero?

-Sentí muchísima emoción. Llegar y ver a todos los mecánicos felicitándome es grandísimo. Luego, subir al podio también fue muy bonito.

La etapa de ayer se tuvo que suspender debido a las condiciones climatológicas. Un último día lleno de sufrimiento.

-Así fue. Parecía una etapa fácil para todos y se complicó muchísimo. Por suerte no hubo ningún abandono, así que perfecto. Agradecimos que la acortaran, porque estaba impracticable. Toda la gente anduvo por los suelos y hubiese sido un caos hacer la etapa completa el ultimo día. Debe ser un recorrido para que terminen todos y casi hacen la tercera criba.

Muchos pilotos se quejaron de la dureza de este Dakar, ¿tan duro ha sido?

-Sí, ha sido durísimo. Todo ha sido muy extremo: el frío, el calor, todo... La meteorología ha sido dura. El segundo día hizo mucho calor, teníamos una etapa muy larga y fue casi insoportable. Luego, el frío en la altitud se ha notado. Estábamos a casi menos diez grados y el contraste es brutal. En Suramérica, en estas fechas, las temperaturas varían muchísimo.

¿Cuál ha sido el momento más duro de este Dakar?

-Lo peor fue el segundo día. Fue criminal. No podía parar porque si no no me arrancaba la moto y encima era mejor ir a un ritmo lento para que se enfriara la moto, pero yo no paré, tenía que ir a un ritmo fuerte. Casi me muero allí, fue muy duro. Luego, en el Salar de Uyuni estuvimos a cero grados y esa etapa también fue para olvidar.

En la sexta etapa también le tocó sufrir.

-Me perdí, me caí... me pasó de todo, pero es algo normal. Tampoco me preocupé mucho porque esto es el Dakar y por lo demás no me ha pasado nada serio. En general, he tenido mucha suerte porque la moto no me ha fallado y no he tenido que parar mucho tiempo por ahí como el año pasado. Al final, así llegan los resultados.

Una 16ª posición para estar orgulloso. El ‘top 30’ se ha quedado corto.

-Pensaba que ni conseguiría lograr mi objetivo porque iba a tope y me costaba llegar a los treinta primeros. Pero cuando me coloqué ahí, todo fue más fácil ya que remontar saliendo desde el 79 cuesta muchísimo. Hay mucho polvo y es difícil adelantar, pero cuando lo logras, coges el ritmo y a acabar.

¿Terminar justo delante de Joan Barreda también tiene que ser bonito?

-Eso ya es pura potra (risas). Ha tenido muy mala suerte y, si no, hubiera sido uno de los candidatos a ganar la carrera. Ayer, en la especial, me dijo: “Tienes que ir a tope”. Pero luego ya me comentó que tenía que esperar a Paulo Gonçalves y que fuera tranquilo.

Suerte o no, ha competido de tú a tú con pilotos oficiales.

-Estoy muy contento por ello. He estado compitiendo con pilotos de equipos oficiales, que antes pensaba que eran imbatibles. Además, he peleado con Frans Verhoeven, Fabien Planet... muchos pilotos que son top top y siempre están arriba.

¿Cuál ha sido la clave para dar este rendimiento?

-Ir tranquilo, mantener el ritmo y, sobre todo, no fallar. Además, esta vez he podido correr. La moto iba bien, no tanto como las motos buenas que me han pasado volando en las rectas, pero por lo demás ha funcionado perfectamente. Yo también he cumplido. He tenido caídas tontas, pero no como el año pasado, nada grave. Creo que ha sido el Dakar perfecto.

Siente que después de lo logrado le respetan más en el mundo del Dakar.

-Ahora me respetan más. Por lo menos se fijan en lo que hago y se dan cuenta de que estoy corriendo con ellos. También me están dando la enhorabuena desde Euskadi y aquí en el campamento, tanto mecánicos como pilotos. Eso significa que he hecho un gran trabajo y estoy contento de que me felicite esta gente.

¿Ahora percibe que tienen más motivos para temerle?

-Miedo no creo que me tengan, pero ahora sí que vienen más a felicitarme y eso está bien.

¿Le han llamado desde Yamaha?

-Sí, me han felicitado. Estando en carrera, vinieron los del equipo de fábrica de Yamaha y me dijeron que había hecho muy bien mi trabajo. Eso fue la leche. No me esperaba que me vinieran a felicitar y que me dijeran que me iban a tener en cuenta, a ver qué pasa.

¿Se ve con una Yamaha oficial?

-No, que va, no creo. Sería muy bonito, pero no lo veo.

Ahora que ha terminado los dos Dakar, ¿cuál diría que fue más duro: este o el del año anterior?

-No sé cual ha sido más duro. Este ha sido diferente, el año pasado fue durísimo y este año también. Se me ha hecho más duro de lo que pensaba. Creía que iba a ser más fácil pero para nada, también hemos sufrido mucho.

Luego, siempre dicen que el primero es el más especial.

-No sé si lo que viví el año pasado lo tenía olvidado, pero este me ha hecho muchísima ilusión, diría que más que el primero. Ha costado mucho llegar y, cuando cuesta, llena más. El primero fue especial, pero este lo he hecho mucho mejor.

Su participación de este año ha levantado mucho revuelo por Euskadi, ¿lo sabía?

-Hasta que no he llegado a meta no. Durante el Dakar, no he hablado con nadie, ni whatsapp, ni nada. Ayer la gente me llamó para felicitarme y me dijo que todo el mundo está revolucionado. Siento muchísima emoción y estoy flipando por ello.

Eso aumentará sus ganas de volver a casa.

-Ya llevó una semana con ganas de volver (risas). Hemos sufrido muchísimo y todos tenemos ganas de estar de vuelta en casa.

¿Qué es lo que más ha echado de menos?

-La cama, en el camping casi no dormimos, el último día solo dormí dos horas debido al calor y los mosquitos, tengo ganas de dormir bien y, sobre todo, de comer en buenas condiciones. El camping está bien pero en Argentina hace mucho calor y a las noches no se pasa bien.

En Ereño seguro que le han preparado una buena.

-No sé qué vamos hacer. Haremos comida como el año pasado y ya se hará algo grande. Seguro que nos lo pasamos muy bien.

Con la vista puesta en el futuro, ¿el Dakar del 2016 está entre sus objetivos?

-Ahora mismo solamente pienso en volver a casa. El tercer Dakar queda muy lejos y primero hay que ver cómo van las cosas. Ya pensaremos con calma todo.

las claves

“El momento más duro fue el segundo día, hacía muchísimo calor y casi me muero allí”

“Estoy muy contento porque he estado compitiendo con pilotos que pensaba que eran imbatibles”

“Al llegar a la meta sentí muchísima ilusión, subir al podio del Dakar es algo muy bonito y que tenía olvidado.

DEIA.